Genios y turistas


Me despido de Viena visitando las estatuas de Beethoven y Schubert, y escuchando frente a ellos, con los ojos húmedos por el fuerte sentimiento de inmortalidad que me transmiten, dos de sus grandes obras: la 'Gran Fuga' del primero, y el 'Improptu Op. 90' del segundo.

Me irrito de nuevo contra los turistas, esta vez por su fugaz, y por ello irrespetuosa, visita a las estatuas de estos dos grandes genios. Como siempre, justo el tiempo necesario para hacerse una foto ante la estatua, dando la espalda al compositor.

Estaba deseando que alguno de los que venían en pareja se acercara a mi para pedirme que les hiciera una foto a los dos (a los tres) juntos. Ya tenia preparada en inglés la perorata que les iba a soltar mientras me negaba a ayudarles a no ser que demostraran auténtica admiración por el compositor en cuestión permaneciendo más tiempo junto al mismo o, si tenían prisa, citando al menos cinco de sus obras o, en su defecto, entonando los temas principales de las mismas. Esto ultimo iba a ser desde luego mucho más divertido...

Afortunadamente para mi, porque no tengo tantos arrestos, y porque tiendo a huir de las situaciones conflictivas, nadie requirió de mis servicios. Y ello a pesar de que vi a un par de parejas mirar en derredor antes de hacerse la foto por separado. Tal vez repararan en mi expresión y sea cierto eso de que el rostro es el espejo del alma. Y eso que ese día me había afeitado...


No hay comentarios:

Publicar un comentario