Lluvia por celos


Tras mi regreso de unos días
en la lluviosa Santiago de Compostela,
Valencia me obsequia con una fina lluvia
para que no eche de menos el suelo mojado,
como una novia que se esfuerza por demostrarte
que no hay nada en la otra que ella no pueda darte también.

Unos dias despues, en Valencia ya no llueve.
Esta novia ha dejado ya de esforzarse.
Ha visto que no voy a cambiarla por la otra.


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